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| Playas vacías |
Como todos los años, la festividad religiosa trae aparejada la fiesta popular, y el paseo de compras a cielo abierto donde cientos de puesteros instalan carpas sobre las veredas del centro de la localidad para ofrecer sus productos o servicios
La inflación, el aumento de las tasas, impuestos municipales y bajada de luz sumado a que en esta ocasión la fecha no coincidió con el fin de semana largo del 1 de mayo, serían los motivos claves de las malas ventas de la temporada.
Por estos días, con sólo dar una vuelta por el pueblo religioso pudo notarse la bajísima ocupación de acampe en las playas. Los altos costos para pernoctar en el pueblo algunos días sería otro de los motivos por los cuales, familias que asiduamente visitaban la localidad, esta vez no lo hicieran.
Como todo círculo vicioso, en este caso, al ser los impuestos municipales y cánones más caros que el año anterior, los vendedores justificaron el traslado de precios al costo final de la mercadería lo que también originó que la gente, a esta altura con los bolsillos flacos, se abstuvieran de comprar como otros años. Los puesteros consultados ayer, 3 de mayo por la tarde, coincidieron en que la fiesta del Cristo de la Quebrada siempre fue la más cara del país en materia impositiva.
"Este año tuvimos un montón de problemas para armar los juegos. Estuvimos cuatro días para armar porque no nos bajaban la luz", descargó su primer queja y además explicó que una nueva disposición municipal cambió las reglas de juego, debiendo pagar mayores costo de impuestos de los esperado.
Oscar dijo a NotiNogo que a pesar de todo, el año próximo volverá porque para él es una tradición, además con tantos años de presencia generó fuertes vínculos de amistad con vecinos de la Villa: "Yo te puedo asegurar que por ahí yo quiero más a la Quebrada que la intendente que está ahora".
El Sr. Gamboa hace 14 años que instala su puesto de ropa y bazar sobre la autopista y esquina 9 de julio. Muy enojado relató a NotiNogo la problemática de los comerciantes ambulantes y duda en volver el año próximo. "Desde que llegué acá empecé a pagar y pagar. De entrada pagué 1800, pagué el rubro, pago la luz, pago todo acá. Acá no podes respirar mucho porque te cobran".
Cintia y Mario son de Tandil, provincia de Buenos Aires, y es la primera y última vez que trabajaron en la feria de Villa de la Quebrada. Frustrados, detallaron las peripecias que debieron sortear para hacer trabajar sus juegos inflable para niños. Escuchalos:
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| La pareja tandilense, Cintia y Mario afirmaron que no volverán a trabajar en esta feria |
Cementerio cerrado
Como si esto fuera poco, se le sumaron las quejas de las personas que pretendieron -durante los días de la festividad religiosa- ingresar al cementerio para dejar flores y ofrendas a parientes y amigos allí están enterrados, ya que se encontraron con las puertas cerradas. Al parecer, fue una decisión municipal para preservar las instalaciones dado el gran tumulto de personas que podían deambular por las instalaciones del cementerio. Sin embargo, los vecinos consultados opinaron que bastaba con poner personal municipal o de seguridad comunitaria para cuidar el lugar, pero no prohibir la entrada.
Nota relacionada: Quejas y reclamos en la fiesta comercial del Cristo de la Quebrada
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